Las nuevas propuestas Yerse de esta primavera-verano nos invitan a viajar a entornos paradisíacos y a disfrutar de sus paisajes aún vírgenes y de sus aguas cristalinas.

Los tejidos se visten de verdes turquesa y azules inspirados en la vegetación salvaje y en las gradaciones del mar. Hay mucho por descubrir. Es una colección que recupera el estilo exploradora en piezas workwear de colores naturales, con bolsillos utilitarios, pespuntes vistos y faldas de línea safari aptas para todos los momentos.

El lino y el algodón ultralavados, con texturas y arrugas vividas, hacen que prevalezca lo cómodo y natural. En Yerse los detalles son importantes y consiguen que cada prenda tenga personalidad.

Los básicos se elaboran con algodones orgánicos respetuosos con el entorno y suaves como una caricia con la piel. Vestirlas es sentir bienestar. Los tonos crudos, blancos de conchas y de arena iluminados por toques color maíz inundan diseños pensados para llevar con total libertad.

Rayas multicolor conviven con exóticos estampados florales, a veces inspirados en la vegetación de densas selvas perdidas y otras en pequeñas flores de jardines situados frente al mar. Apetece vestir monos y shorts de tejano fresco, sin tratar, en color crudo libre de tintes.

Vestidos y camisas de tejidos fluidos resaltan la feminidad. Las eternas rayas marineras nos invitan a navegar hacia lugares inexplorados. Tejidos en tonos rojizos, capturados de puestas de sol sobre arrecifes de coral, conviven con rosas florales e intensos rojos volcán. Se llevan los degradados, el cromatismo que viaja de menos a más.